miércoles, 24 de julio de 2013

#Épsilondc, ¿Sabes que importancia tienen las TI en la eficiencia energetica del #DataCenter?

La eficiencia energética de las TI es cada vez más importante a medida que crecen las demandas de computación.
Hasta hace poco, reducir el consumo de energía en el data center implicaba poner el foco principalmente en las facilities. Por una parte, porque la refrigeración era una de las dimensiones de mayor consumo. Por otra, porque la ausencia de sistemas que ofrecieran información en tiempo real, tal como hace hoy DCIM, suponía una falta de visibilidad y capacidad de control sobre el consumo energético de cada componente.
Pero de un tiempo a esta parte, las TI se han convertido en un quebradero de cabeza para los operadores de data center que persiguen la eficiencia como objetivo. Servidores, almacenamiento y, en menor medida, networking han ido incrementando su consumo para responder a las demandas actuales de computación, haciéndose así altamente ineficientes.
Alertadas por esta situación, instituciones y compañías tecnológicas se han puesto manos a la obra para reducir el uso de energía de las TI, a través de servidores de cada vez menor consumo, estrategias inteligentes de optimización y tecnologías que mejoran la eficiencia. La ecuación entre facilities y TI ha cambiado y la balanza de la eficiencia hoy pesa más del lado de la tecnología.
Según datos de Amazon que manejan desde Calxeda –compañía que ofrece tecnología System on Chip basada en la arquitectura ARM–, los servidores suponen hasta un 42% de los costes del data center. Esta cifra se debe principalmente a una razón: el sobredimensionamiento de las TI.
“En ocasiones recurrimos a soluciones que están sobredimensionadas o que no están adecuadas a la carga de trabajo. Ni todos los clientes necesitan lo mismo, ni todas las cargas de trabajo son iguales, por lo que debe dimensionarse desde el principio de forma correcta”, explica Óscar Gómez, enterprise field marketing manager de Dell España.
La solución a este problema pasa necesariamente por la heterogeneidad. Recurrir a las últimas y más potentes máquinas del mercado, con la máxima computación posible, no es siempre la opción más inteligente. Las aplicaciones que se ejecutan en el data center no son homogéneas y pueden tener picos y valles de demanda computacional.
Los avances en software son también fundamentales. Intel, por ejemplo, cuenta con la tecnología Intel Node Manager que, combinada con una consola, monitorea e informa del consumo y temperatura de los procesadores Intel Xeon, para determinar dónde y cuándo se necesitan potencia y refrigeración adicionales. Por su parte, Dell dispone de la tecnología Fresh Air, que utiliza el aire exterior para apoyar los sistemas de refrigeración, permitiendo a los servidores trabajar a temperaturas de hasta 45º C. “Se crean flujos de aire a lo largo del diseño interno del servidor, para que la máquina trabaje óptimamente en entornos de temperaturas altas”, indica Gómez, de Dell.
Con la combinación de estas prácticas, las TI pueden contribuir significativamente al objetivo del data center hacia un PUE cada vez más bajo.

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