martes, 23 de abril de 2013

SUSTENTANDO LA NUBE

Sustentando la nube



La Nube
La idea de la computación en nube, a través del “poder colectivo” de los recursos informáticos infrautilizados y la capacidad infrautilizada de la CPU para “exprimir” el uso del PC y del servidor no es nueva. Los que han estado en este campo durante algún tiempo, recordarán el proyecto SETI.
Para superar el reto de conseguir tiempo de supercomputación para sus cálculos de algoritmos espaciales, el equipo de SETI se le ocurrió una muy inteligente -y ahora, evidentemente, visionaria-, solución. Ellos crearon un pequeño programa que se ejecutaba en segundo plano en el PC de una persona cuando no estaba en uso.
Cuando el usuario se conectaba a Internet, principalmente a través de conexiones de acceso telefónico en ese momento, el programa descargaba rutinas matemáticas, trozos de una rutina de mayor tamaño, que utilizaban la capacidad infrautilizada de los CPU de los voluntarios (¡que en la década de 1990 no eran demasiados!) para realizar los cálculos. Una vez que estos se completaban, y cuando el voluntario se conectaba a la red, los resultados eran enviados de vuelta a los sistemas de SETI.
La computación en La Nube de hoy ha llevado esto al siguiente nivel, con poder de cómputo y recursos de memoria cada vez mayores, y conexiones permanentes de banda ancha a Internet. En el centro de datos de La Nube, los servidores ya no son esclavos dedicados a una única aplicación, base de datos, o grupo de usuarios. El servidor cloud es un recurso que puede estar casi inactivo en la mañana, e hiperutilizado en la noche.
Las compañías globales están adoptando una estrategia “follow the sun” (seguir el sol) con sus recursos para asegurar que la base de clientes siempre dispondrá de los recursos que están “más cerca de ellos”, de forma transparente y con una latencia mínima. Esta estrategia también permite un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, con personal completo durante el día y mínimo durante la noche.
Esta amplia gama de uso de los servidores constituye un reto, sobre todo para la infraestructura del centro de datos que los soporta. Los requerimientos de energía y enfriamiento varían proporcionalmente, y actualmente la mayoría de los centros de datos no están equipados adecuadamente para soportarlos.
Los centros de datos (CPD) tradicionales son espacios de alojamiento para equipos de cómputo de uso dedicado, servidores, dispositivos de almacenamiento, equipos de telecomunicaciones y similares. Estos son generalmente asignados a un grupo específico de tareas, una aplicación, o usuario. Se asignan a una ubicación específica y sus requisitos de alimentación y refrigeración son en su mayoría estáticos, cambiando, en su caso, con el tiempo.
Las infraestructuras mecánicas y eléctricas para apoyar estos sistemas se pueden dimensionar en consecuencia en una forma mayormente pre-planificada. No hay necesidad de volver a evaluar constantemente si habrá suficiente energía y refrigeración de TI para apoyar las necesidades de ese equipamiento.

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